AFINIDADES
Preferencias, curiosidades, ideas...

 

ERNST JÜNGER
No sin polémica, la mirada de este escritor alemán recorrió la historia de todo el siglo XX.

Datos biográficos y bibliografía
La mirada de un siglo
En el centenario de Jünger: 1895-1995

RENÉ GIRARD
La diversidad de los temas tratados por este ensayista fracés, afincado en EEUU, apuntan todos ellos a desvelar "el misterio de nuestro mundo", convirtiendo su obra en una interesante apología del cristianismo.

René Girard: el deseo, la violencia y lo sagrado

EFECTOS
Breves reflexiones o aforismos provocados por alguna lectura, experiencia o conversación. Sin más pretensiones.

SENTENCIAS
Frases remarcables leídas por aquí o por allí, ideas interesantes, sorprendentes o, simplemente, curiosas...

 


SENTENCIAS


El hombre que no posee música en su interior / ni se conmueve con la concordia de dulces sonidos / es carne de traición, conspiración y corrupción...
(Shakespeare, El mercader de Venecia, acto V, esc. I)

A veces echamos a perder lo bueno por esforzarnos en lo mejor.
(Shakespeare, El Rey Lear, acto I, esc. 4ª. Palabras de Albania)


No concedáis a la Naturaleza más de lo que ella exige, y la vida del hombre será de tan bajo valor como la de las bestias. (Shakespeare, El Rey Lear, acto I, esc. 4ª. Palabras de Lear)

De nosotros mismos depende ser de una manera o de otra. Nuestros cuerpos son jardines en los que hacen de jardineros nuestras voluntades. De suerte que si queremos plantar ortigas o sembrar lechugas, criar hisopo y escardar tomillo, proveerlo de un género de hierbas o dividirlo en muchos, para hacerlo estéril merced al ocio o fértil a fuerza de industria, ¡pardiez!, el poder y la autoridad correstiva de esto residen en nuestra voluntad. Si la balanza de nuestras existencias no tuviera un platillo de razón para equilibrarse con otro de sensualidad, la sangre y bajeza de nuestros instintos nos llevaría a las consecuencias más absurdas. Pero poseemos la razón para templar nuestros movimientos de furia, nuestros aguijones carnales, nuestros apetitos sin freno; de donde deduzco lo siguiente: que lo que llamáis amor es un esqueje o vástago.
(Shakespeare, Otelo, acto I, esc. 3ª. Palabras de Yago)


— La premeditación de la muerte es la premeditación de la libertad. Quien aprende a morir, desaprende a servir.
(Montaigne)

L'homme qui se révolte contra Dieu pour s'adorer lui-même finit toujours par adorer l'Autre.
(René Girard, Critiques dans un souterrain, p. 91)

La originalidad es la antítesis de la novedad. (G. Steiner, Presencias reales, p. 42)

Quienes se sumergen a grandes profundidades cuentan que, llegados a cierto punto, el cerebro humano se ve poseído por la ilusión de que es de nuevo posible la respiración natural. Cuando esto ocurre, el buzo se quita la escafandra y se ahoga. (G. Steiner, Presencias reales, p. 60)

Sólo cuando la pregunta de la existencia o no existencia de Dios haya perdido toda actualidad, sólo, como enseña el positivismo lógico, cuando haya sido reconocida y sentida como un estricto sin sentido, sólo entonces habitaremos en un mundo científico-profano.
(G. Steiner, Presencias reales, p. 278)


Es una cuestión de apaideusis [de una lesión fundamental en la educación] no distinguir entre lo que requiere demostración o prueba y lo que no. (Aristóteles, cit. por G. Steiner, Presencias reales, p. 279)

— La ley general de la existencia humana se reduce a que el hombre pueda siempre venerar lo inmensamente grande. Si privamos a los hombres de lo infinitamente grande, se truncará su vida, y morirán sumidos en la desesperación. Lo inmenso y lo infinito le son tan indispensables al hombre como el minúsculo planeta en que habita. (Dostoievski, Los Demonios, p. 852. Palabras de Stepán Trofímovich poco antes de morir)

— El ateísmo radical es más respetable que la indiferencia mundana (...). Un ateo perfecto, dígase lo que se diga, se encuentra de todos modos en el penúltimo escalón superior de la fe perfectísima (dé o no el último paso para alcanzarla), mientras que el indiferente no tiene ya ninguna fe, a parte de un miedo insano, y aun de vez en cuando, si es un hombre sensible.
(Dostoievski, Los Demonios, p. 880)

Quien sólo sea incapaz de ser tan brutal, violento e inhumano como alguien que lo sea, pero sin ser tampoco capaz de ejercer las virtudes contrarias, es inferior a él en fuerza y en prestigio; y no aguantará frente a él.

(Simon Weil, Carta a Bernanos, cit. por S. Pétrement, Vida de S. Weil, p. 486)


Cuando las autoridades temporales y espirituales colocan a una categoría de seres humanos al margen de aquellos cuya vida tiene valor, nada hay más natural para el hombre que matar. Cuando se sabe que es posible matar sin riesgo de castigo ni condena, se mata...
(Simon Weil, Escritos históricos y políticos, cit. por S. Pétrement, Vida de S. Weil, p. 513)

No creo que el carácter fundamental de la humanidad haya cambiado, creo que lo que somos es animales carnívoros. Sobre eso estamos hechos. (Erwin Chargaff, entrevista en ABC Cultural, 20-07-02)

Los errores de los grandes hombres son dignos de veneración porque son más fecundos que las verdades de los pequeños. (Nietzsche, Apuntes póstumos, 57 [54], 1867-68)

La patria es la morada de los ideales de justicia y de libertad, es algo ideal, que no puede ser limitado por un idioma o por unas fronteras. Es como el concepto de Grecia.
(P. Härtling, Hölderlin. Una novela, p. 149)

— No envidies a los que carecen de sufrimiento, ídolos de madera a quienes nada falta precisamente porque sus almas son tan pobres, a los que no preguntan si llueve o luce el sol, porque nada tienen que precise de cultivos.
¡Sí!, ¡sí!, es muy fácil ser feliz, estar tranquilo, con un corazón seco y un espíritu limitado.
(Hölderlin, Hiperión. Una novela, p. 64)

— Pero en el país de los bienaventurados, quien habita es el silencio, y más arriba de las estrellas olvida el corazón su indigencia y su lenguaje. (Hölderlin, Hiperión. Una novela, p. 78)

— ... con tanta paz del alma como un niño que juega consigo mismo y no piensa en nada más.
(Hölderlin, Hiperión. Una novela, p. 130)